El otoño en Ribera de Duero es mágico, encierra todos los colores posibles de la tierra, una extesa paleta de ocres, bajo un cielo bello nublado que ensalza las tonalidades. Entre cepas recién podadas discurre el Duero, profundo, intenso y amable como sus gentes. "La Milla de Oro" pocos kilómetros de la tierra más apta para el cultivo de la vid por su situación orográfica. Un enclave privilegiado, bañado por las aguas del Duero que nace en los Picos de Urbión y discurre entre cerros, acogiendo en éste valle los nombres de las bodegas más míticas en España. Vega Sicilia, Protos, Emilio Moro y Cepa 21, Alejandro Fernández, Dominio de Pingus, Hacienda Monasterio, Arzuaga, Mauro, Pago de Carraovejas, Dehesa de los Canónigos, Matarromera, Parxet, Aalto, Trus, entre otras.
... y de fondo, Valladolid, una ciudad con historia, a orillas del Pisuerga, una tierra de buena gastronomía, y de propuestas culturales tan interesantes como la pasada Semana Internacional de Cine (Seminci).
