
Minimalismo, sobriedad y elegancia son los adjetivos que mejor describen el continente de este lugar. Quinientos metros cuadrados de suelo, dos puertas, cuatro mil quinientas botellas de las mejores regiones del mundo, un wine-bar, treinta y dos platos para treinta y dos posibles cabezas, cientos de revistas y libros nacionales e internacionales, miles de referencias en varios tablet-pc, una buena materia prima, un buen chef, dos prestigiosos somelliers, la mejor música Jazz y miles de combinaciones columna-fila para localizar un vino...H3,I27,S40 ..... Se me escapan los números y las letras de esta maniobra bien ejecutada.
Cada centímetro cuadrado está estudiado, en sus parámetros temperatura, luz, color, para "exponer" y "componer" un único mensaje: Cultura enológica.
Un contenido al alcance de muchos y un continente al de muy pocos. En cualquier caso MonVínic es una cita ineludible, a la que es mejor ir acompañado...